Nuestra hermana Gertrudis Teba Moreno fue, sin lugar a duda, un ejemplo de vida cristiana, de oración desde el sufrimiento, de aceptación de la cruz personal que suponía su enfermedad y de proximidad a Jesús mediante el dolor y la oración. Gertrudis fue en su momento y es ahora también un ejemplo a seguir por todos los bartolos. Gertrudis padeció una serie de enfermedades a lo largo de su vida que le imposibilitaron su autonomía y la postraron en cama desde el año 1970 hasta su defunción el 4 de junio de 1988.

Una vida llena de dolores y de sufrimiento que ella siempre ofreció para la redención de los pecados. La presencia de la Santísima Virgen a lo largo de toda su vida, la cercanía a los acontecimientos excepcionales que rodearon su vida, siguen siendo hoy un testimonio de vida inigualable. Ella realizó una gran obra pastoral mediante sus reflexiones escritas, su correspondencia caritativa, la fabricación de pequeñas reliquias que aún hoy se guardan como auténticos tesoros, la redacción de oraciones y, cómo no, nuestro himno a la Santa Cruz.

Su fe en la Santa Cruz de la Calle Cabo que siempre estuvo presente en su habitación y en sus oraciones es para nosotros, hoy día, un referente de nuestra vivencia y de fe bartola. Cuando Gertrudis fallece, esta casa pasa a ser propiedad de su tía con la que convivía, Doña Manuela Teba García. Dos años después, cuando esta fallece, lega la casa a las Hermanas de la Cruz, tal como siempre había manifestado Gertrudis, con la condición de que se mantuviese su habitación como un altar y espacio de oración.

Sin embargo, la gestión de la vivienda por parte de las Hermanas suponía un coste difícilmente asumible por la congregación, por lo que se cede la propiedad a los familiares de Gertrudis Teba y Doña Manuela. Los hermanos Teba Cepeda, Manuel, Pepe, Juan y Jesús deliberan entre ellos y deciden ceder la propiedad a la Hermandad de la Santa Cruz de la Calle Cabo, dada la cercanía y fe que desde siempre Gertrudis había sentido al Santo Madero.

Ha sido un trabajo arduo. Ha sido necesaria la colaboración de la Junta de Gobierno, de Joba, de muchas instituciones como el excelentísimo Ayuntamiento de La Palma, que es sin lugar a dudas un colaborador destacado para las actuaciones de la Santa Cruz.

Esta casa querida por tanto, respetada, recordada y amada, renace como casa multiuso. No para cambiar su alma, sino para multiplicarla. Será hogar del archivo histórico de la Hermandad, auditorio de verano, taller también de formación y aula de formación para nuestros jóvenes y para todo el pueblo de La Parma del Condado.

Sala de exposición permanente de nuestra historia, tanto de la Santa Cruz de la Calle Cabo como también de Gertrudis Teba. Refugio de trabajo de Hermandad y altar discreto donde seguir construyendo Hermandad a través del rezo del Santo Rosario y la oración. Porque los lugares que tienen alma no mueren, se transforman.