Agosto
Octubre
Noviembre
Diciembre
Según la aclaración anterior “soñar sueños” estaría a un nivel superior de los sueños normales, un nivel conectado a Dios y donde se requiere una interpre tación que provenga de Dios y así de simple es como ha ocurrido en mi persona.
He podido soñar miles de veces cosas y momentos tan simples que al despertar casi se me escapaban de mi memoria, pero esta vez ha sido muy diferente.
Soñé en septiembre con algo que se clavó en mí, imposible de borrar y donde se me encomendaba una tarea, la de ser pregonera de las próximas fiestas en Honor y Gloria de la Santa Cruz de la Calle Cabo y por si en los días consiguientes llegaba a dudar tan solo un poco de mi encomienda, varias semanas después se me vuelve a manifestar dicho sueño.
No tenía ni la más remota idea de que para cada sueño había una explicación y una interpretación, no tenía ni la más remota idea de que esto me pudiera suceder a mí y menos aún que me encontraba ante un sueño profético.
Sueño que dentro de este mundo de caos que todo humano soportamos vino a mostrarme claridad y vino a mostrarme la claridad de la mano de la persona más buena, humana y crucera que existe en mi vida. Mi abuela materna, Juanita, que ha bajado en dos ocasiones físicamente a mis sueños para decirme que escribiera que había llegado el momento de expresar a todo un pueblo este sentimiento tan enraizado en mi familia y que yo era la elegida para todo ello “no pares María Jesús, los del cielo estamos intercediendo,
estaremos contigo en el más real de tus sueños” “cuando necesites cariño en la soledad de tus versos busca el abrazo de tu madre, no hay nada que haga más efecto”.
Han sido muchas las señales recibidas como para que finalmente diera el paso, al principio pensaba que no podía ser pues soy una persona muy ordenada y era algo que no entraba a corto plazo en mis planes, pero el detenerme en el tiempo para pensar y de nuevo el reencuentro con mi abuela fueron los que hicieron que aquel domingo 23 de octubre diera mi paso en firme ante tan gran responsabilidad.
Me considero una persona de fuerte advocación mariana, todos sabéis además de mi devoción por la Virgen del Rocío y mi abuela, desde el día que partió al cielo celeste, considero que es lo más parecido que pude conocer a la Virgen.
En mis oraciones vienen ellas de la mano y son a quien suplico que iluminen mi camino en este nuevo reto. La Santa Cruz de la Calle Cabo es el recuerdo de los que ya se marcharon y es por ello que en mis palabras estarán más presente que nunca pues crecí en una familia donde se me inyectó esta fe desde el vientre materno. Mi vida es en torno a Ella y es a Ella a quien me debo por haberme premiado con su cara más alegre en esta vida y haberme ayudado con su cara más cruda a sobrellevar la carga que vivimos a diario.
Quisiera que todos los que me acompañéis hicierais de mi historia vuestra, como yo hago mío todos vuestros ánimos a la hora de llenar mis folios. Estoy segura que disfrutaré enormemente pues en ese momento el cielo estará en la tierra y la tierra será más bonita con un poquito de cielo y si vosotros disfrutáis junto a mi de aquello que os cuento entonces ya tendré corazón pleno.